Desde el siglo XV, cuando Andacollo se creó como colonia minera por los incas, quienes aplicaron la técnica del lavado de oro y también se les atribuyó pequeños conocimientos metalúrgicos en cobre, la minería de la comuna ha sido transcendental en la economía del país.
A través de los indígenas mitmacunas y churumatas, en el siglo XVI, la explotación minera, en plena conquista española, se desarrolló a través de las encomiendas (utilización de esclavos indígenas en los procesos mineros), periodo en donde, además, comenzaron los trabajos de explotación en profundidad. Cabe destacar que, con la actividad minera de los lavaderos de oro de Andacollo, se financiaron los costos de la conquista española en Chile.
Los siglos XVII y XVIII se caracterizaron por la aplicación de técnicas más industriales, como la introducción del trapiche y el maray, instrumentos que hasta hoy se utilizan en los procesos de molienda de minerales. En dicho periodo, además, se produjo la explotación de los yacimientos de azogue (nombre antiguo del mercurio), mientras que, en el siglo XIX, los depósitos de cobre diseminados en esta zona dieron paso a una nueva fuente de prosperidad para Andacollo, a través de la explotación de cobre en las antiguas faenas de las Guías Verdes, o Mina Hermosa, sitio donde hoy trabaja Minera Teck Carmen de Andacollo. Cabe señalar que durante el siglo XIX también tomó relevancia otro mineral en Andacollo, el manganeso, el que se extraía en la zona conocida como Corral Quemado.
En el siglo XX se produjo un nuevo resurgimiento. Por segunda vez, la minería en Andacollo salvó la economía del país, a través de los trabajos mineros de los piques y lavaderos de oro realizados en el año 1932. Gracias al plan aurífero desarrollado en Chile, que buscó minimizar los efectos que causó el cierre de las salitreras en el norte del país y la cesantía que provocó aquella situación, llegaron más de 16.000 lavadores de oro y sus familias a la comuna, aumentando su población a 30.000 habitantes. Hoy, con una larga trayectoria minera, la comuna presenta nuevos desafíos, nuevas tecnologías, en donde la pequeña y mediana minería pueden trabajar y continuar desarrollando la zona como una de las productoras de cobre y oro a nivel nacional.
La aplicación de técnicas más industriales en los siglos XVII y XVIII, se caracterizan por la introducción del trapiche y el maray, instrumentos que hasta hoy se utilizan en los procesos de molienda de minerales.